Con la llegada de un nuevo año, es común que busquemos nuevos retos y cambios, especialmente en el ámbito laboral. Pero, ¿cuándo es momento de cambiar de trabajo? ¿qué debemos tomar en cuenta? En este artículo exploraremos los aspectos clave que no puedes pasar por alto antes de tomar esta importante decisión.
Cambiar de trabajo no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Es necesario hacer un análisis detallado que considere el desarrollo personal, el salario, la logística y, por supuesto, los efectos en tu vida familiar.
¿Por qué quieres cambiar de trabajo?
Antes de dar el paso, pregúntate por qué estás considerando el cambio. ¿Es solo por el salario o hay otros factores que te hacen sentir insatisfecho? A continuación, te mencionamos algunas señales que indican que tal vez es momento de hacer un cambio, según expertos en comportamiento organizacional:
- Siempre estás mirando el reloj, deseando que llegue la hora de salida.
- Ya no te sientes comprometido con los objetivos de la empresa ni sientes el mismo vínculo que antes.
- Nunca disfrutas de tu trabajo.
- Sientes que tus esfuerzos no son valorados y que eres “invisible” en la organización.
- Tus habilidades y conocimientos superan lo que exige tu puesto actual.
Es importante recordar que ningún trabajo será perfecto todos los días. Habrá momentos de estrés y desánimo. Sin embargo, si estas emociones predominan en tu día a día, quizá sea momento de considerar un cambio.
Aspecto salarial y económico
Si sientes que tu salario no refleja el esfuerzo y el valor que aportas (ojo, hablamos de lo que haces, no de lo que crees que podrías hacer), y ya has tratado este tema sin éxito con tu empleador, puede ser una señal de que es momento de explorar otras opciones.
A continuación, te doy algunos puntos clave a considerar desde el punto de vista salarial y financiero:
- Beneficios más allá del salario mensual
Es común enfocarse solo en el monto mensual que ofrece un nuevo empleo, pero es importante analizar todo el paquete de beneficios. En México, por ejemplo, hay que tener en cuenta:
- Aguinaldo: Algunas ofertas de empleo, sobre todo si son trabajos freelance o remotos, no incluyen aguinaldo.
- Permisos laborales: La Ley Federal del Trabajo contempla permisos pagados por enfermedad o para atender a tus hijos. Si cambias a un empleo sin estos beneficios, estarías perdiendo una gran ventaja.
- Bonos o incentivos: Pregunta si la empresa ofrece bonos o incentivos adicionales que puedan sumar a tu ingreso.
- Costos adicionales trabajando desde casa: Si optas por un trabajo remoto, considera que deberás cubrir con tus recursos el equipo de trabajo, internet, electricidad y atención médica, si no cuentas con seguridad social.
- Aumento en los gastos diarios
Antes de cambiar de trabajo, evalúa también los gastos adicionales que puede implicar el nuevo empleo. ¿Qué tan lejos está tu nuevo lugar de trabajo y cuánto gastarás en transporte? El tiempo también es dinero: si el trayecto a tu nuevo trabajo es más largo, quizá termines comprando comida en la calle por falta de tiempo para cocinar en casa.
He conocido casos de personas que, al cambiar de trabajo, descubren que no hay transporte público en la zona y terminan gastando más en transporte privado, lo que al final absorbe cualquier mejora salarial.
- Efectos en la vida familiar
Este es quizá el aspecto más difícil de cuantificar, pero es fundamental. Si en tu empleo actual tienes tiempo para compartir con tu familia, tu nuevo bebé o atender asuntos personales, ¿cómo cambiaría tu dinámica familiar con el nuevo trabajo?
Por ejemplo, si el nuevo empleo te requiere trabajar los sábados, perderías tiempo para estar con tu familia o para realizar actividades personales, como estudiar un curso o aprender algo nuevo. Debes evaluar si esos sacrificios valen la pena frente a los beneficios económicos. Ahora ya sabes cuándo es momento de cambiar de trabajo.